28 dic 2011

Capítulo 3

Caminó hacia la caja y la abrió, dentro había un vestido negro, adornado con pequeñas rosas de plata. El vestido era algo corto, por encima de las rodillas, aunque las mangas casi le tapaban las manos. Salió del baño y caminó hacia el salón, allí le esperaba Saitou, sentado en un sofá; se levantó y la miró.
-Te queda bien… -Sonrió.
-G-gracias… -Se sonrojó leve.- Pero ¿podrías contarme esa ‘‘larga historia’’? –Saitou asintió, los dos se sentaron en el sofá.
-En realidad no es tan larga, ese vestido era de mi hermana…
-¿Qué le pasó?- Sensey miró algo extrañada a Saitou.
-Se la llevaron unos chupasangres... –Suspiró.
-Podría ayudarte a encontrarlos… -Esta última frase de Sensey reconstruyó la esperanza de Saitou, posiblemente volvería a ver a su hermana y se vengaría de los vampiros que la raptaron.- Pero hay otra cosa que deberías saber… Si se la llevaron, pueden haberla usado de alimento para los novatos o para convertirla en uno…
-¿Y eso último es malo?
-Si no tiene a alguien que le enseñe a controlar la sed de sangre, sí…
-¿Qué pasaría si no la controla?
-Podría matarte, aunque sea tu hermana… La sed de sangre de los novatos les impide pensar.-Miró a la chimenea, el fuego se reflejaba en sus ojos, los cuales brillaban como luciérnagas. Saitou miró sus ojos, eran extraños, únicos. Sensey suspiró y miró a Saitou.
-¿Qué vas a hacer?
-Ir a buscarla… No me importa lo que ocurra si logro vengarme…-Apretó los puños, Sensey sonrió.
-Iré contigo… Conozco a los vampiros, podría buscar su guarida. –Saitou la miró.
-¿En serio? ¿Tienes idea de dónde pueden estar?
-Suelen estar en sitios oscuros, donde no haya mucha luz…
-¿Por ejemplo?
-Transilvania… -Intentó recordar el camino hacia aquél extraño lugar.- Creo que sé el camino, será fácil llegar allí… Pero no podemos ir a pie.
-¿Por qué? ¿Hay trampas o algo así?
-No, la guarida de vampiros más cercana a Transilvania está en la cima de una montaña, pero hay demasiadas rocas, es peligroso…-Suspiró, miró al fuego e intentó pensar una forma para llegar allí. De repente, recordó que tenía la habilidad de transformarse en dragón, Saitou le leyó la mente, pero esperó a que ella se lo contara, aunque no fue así.- Estoy algo cansada…
-Puedes quedarte en aquella habitación… -Señaló una puerta gris, destacaba entre las otras, pues todas excepto esa eran marrones. Sensey se despidió y caminó hacia la puerta, la abrió y entró en la habitación; aunque estaba todo oscuro, veía perfectamente, así que cerró la puerta y se tumbó sobre una cama, a simple vista parecía incómoda, pero era todo lo contrario.

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